No suelo escribir mucho, esto de escribir no se me da muy bien, sin embargo ayer me inspiré y materialicé una idea que tenía desde una cita hermosa en un café. Espero que les guste.
No publico una versión corregida porque quiero que lean la original, quizá después le haga modificaciones, quizá...
Disfruten, porque no es algo que verán seguido... creo.
Victoria
Victoria es lo mejor que me ha pasado en la vida, gracias a ella soy tan feliz que puedo superar todos los dolores que me ha causado esta terrible vida. Es una chica hermosa, excepcional, es atenta, serena y siempre sabe cómo escucharme y aunque a veces suele pecar de frialdad, es todo lo que un hombre desearía tener.
Su piel es bronceada, color canela, su figura es delineada, con unas curvas que causan envidia a otras chicas. Siempre huele delicioso y sin necesidad de perfumarse, tampoco se maquilla porque no lo necesita, ella es hermosa al natural.
Cuando la llevo a las cenas elegantes, mis compañeros de trabajo la ven con extrañeza, algunos se burlan, otros me miran como si no me tomaran en serio, otros más se molestan, como si Victoria no estuviera al nivel de las otras damas, tan llenas de joyas y vestidos largos. Pero yo sé que ellos mismos han tenido a alguien como Victoria entre sus labios, porque yo los he visto, muchos de ellos se escapan de sus casas los viernes en las noches para verse con alguien como Victoria en un antro, y ahí dar rienda suelta a la libido que llevan dentro.
Todavía recuerdo cómo te conocí y me avergüenzo de ello. Te compré. Como si tu belleza se pudiera cambiar por unas cuantas monedas, hoy me doy cuenta de que fue un error, pero si no lo hubiera hecho, no te habría tenido para mí y no me habría enamorado. Hoy no estoy dispuesto a dejar que alguien pague por ti, mucho menos la ridícula cantidad de 30 pesos que yo llegué a desembolsar por tus servicios.
Fue en aquel bar de renombre, el que está de moda hoy en día. Te sentí, estabas tan fría que podía tenerte con toda seguridad de que me complacerías, porque es justo una chica fría lo que yo deseaba en ese momento. Te corté la cabeza y salió tanta espuma de ti que no pude resistirme a beberte, la sangre escurría e iba directo a mi boca, saciando así mis ansias. Tenías un sabor delicioso, como de licor barato. Te dejé vacía, hueca, pero fue hasta entonces que logré descubrir tu verdadero valor, fue hasta que estabas seca, sin una sola gota, que me enamoré de ti.
Desde entonces no he bebido ni una más, tampoco he estado con otra chica, porque eres tan perfecta que no podría separarme de ti. Y aunque te vea en todos los refrigeradores de todas las tiendas, sólo tú podrás amarme tanto como yo te amo a ti.
1 comentarios:
Lol. Me gustó mucho. Me hizo sentir como en uno de esos cortos con final de "What the fuck??". Se me antojó una cerveza.
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